De interés. Publicado el 5 diciembre, 2023

SANTO DOMINGO.-De acuerdo a los datos de la ENHOGAR 2021 de la Oficina Nacional de Estadística, la población con discapacidad representa el 15.6% de la población general de la República Dominicana, es decir 1,517,763 personas mayores de 5 años, quienes enfrenta diariamente barreras físicas, estructurales, comunicacionales y actitudinales que limitan su participación plena en los distintos ámbitos de la vida nacional.

En la última década, las organizaciones gubernamentales, de la sociedad civil y las empresas han sido participes de los avances que se han logrado en materia de inclusión de esta población, donde se ha mejorado en los niveles de accesibilidad en la prestación de diferentes servicios, en los cuales se han ido creando condiciones de accesibilidad físicas, se ha ido capacitado el personal en lengua de señas y trato digno, se han incrementado las contrataciones de personas con discapacidad, sobre todo en los sectores financieros y turístico.

A la fecha, contamos con un marco normativo nacional, que bien sirve de guía en la protección de los derechos de la población con discapacidad, el cual cuenta con diversos instrumentos legales armonizados con el instrumento normativo internacional por excelencia, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas, el más reciente de estos instrumentos ha sido la Ley No. 43-23 que oficializa la lengua de señas como idioma natural de las personas sordas.

Tanto la Oficina Nacional de Estadísticas como el Sistema Único de Beneficiarios ofrecen mayores informaciones sobre las personas con discapacidad, sus condiciones de vida y niveles de inclusión educativa, laboral, económica y social.

Ha habido avances en materia de creación de condiciones de accesibilidad tanto a nivel urbano como en edificaciones de uso público, en materia de participación política, así como de acceso al voto de las personas con discapacidad.

Estos avances han requerido una transformación del enfoque con el cual se mira a las personas con discapacidad, demostrando que a medida de que hay una mayor comprensión sobre el hecho de que la discapacidad no es una condición que tiene la persona, sino que es el resultado de un entorno lleno de barreras y obstáculos que, al interactuar con una persona con alguna condición física, sensorial, intelectual o psicosocial, permanente, dificultada su participación plena en la sociedad en igualdad de condiciones, con las demás personas.

Renovar el compromiso

 A pesar del largo camino recorrido juntos y los visibles logros obtenidos, es necesario profundizar los esfuerzos en la eliminación de las barreras que siguen afectando la participación y calidad de vida de las personas con discapacidad y sus familias. Las tareas pendientes, son tareas para el conjunto de actores comprometido y a comprometer, estas tareas guardan relación con seguir armonizando el marco legal existente con la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, sin dejar espacios a normativas con vocación de retroceder a la población con discapacidad a la situación de “pacientes”, de “mendigos” o de “invalidados”.

Hace falta afianzar el cambio de paradigma hacia la discapacidad, hasta lograr eliminar las bajas expectativas que aún persisten hacia esta población que nos hacen sorprender frente a sus logros y nos hacen dudar sobre su desempeño a la hora de contratarlas.

Es necesario contar con partidos políticos que crean plenamente en el potencial y capacidad de su membresía con discapacidad, apostando a su éxito, respectando su esfuerzo y dignidad.

Imperativo es contar con personas con formación técnica para la inclusión, tanto en el sector público como privado. Personas de diferentes profesiones y experiencias que implementen con creatividad y compromiso las estrategias para convertir la normativa nacional sobre los derechos de las personas con discapacidad en cultura ciudadana, en oportunidades de participación, en inclusión plena.

En otras palabras, es bueno que cada día se construyan más rampas, pero es fundamental que las mismas sean técnicamente funcionales, al igual que se celebra con entusiasmo la presencia de estudiantes con discapacidad en centros educativos regulares, tanto públicos como privados, pero es importante que estos centros cuenten con las aptitudes, herramientas y conocimientos necesarios para permitir su participación, desarrollo y aprendizaje.

La creación de las capacidades para la inclusión de las personas con discapacidad en empresas e instituciones públicas es uno de los ejes de trabajo de la Fundación PROBIEN, asumido desde la conciencia que el primer paso para la promoción de los derechos de las personas con discapacidad es el interés que debe de acompañarse con el conocimiento necesario para que los resultados sean provechosos esta población y la sociedad en general.

Por eso hoy te invitamos a reafirmar el compromiso por la inclusión, identificadas las problemáticas todos podemos ser parte de la construcción de soluciones que redunden en oportunidades de desarrollo pleno y feliz para todas las personas.

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